Tu aroma
Soy una historia más de mujeres, como creo que habrá otras iguales, o a lo mejor no.
Viví 20 años casada con un hombre "bueno" hasta dejó de serlo: me fue infiel y me divorcié. Después de tres años, estaba convencida de que había sido lo mejor, claro el divorcio. Antes profesora por la mañana y mamá y ama de casa el resto del tiempo. Todo era la familia. Jajajaja, si me hubieran dicho en esos tiempos lo que iba a vivir a los 45 me hubiera reído hasta desmayar.
Y es que por esas fechas, llegó a trabajar a mi escuela un profesor muy joven: 30 años de 1.80 de estatura, fornido y guapo (para mí). Se empezó a juntar conmigo en todo momento: me seguía, me quería acompañar a todos lados. Se asomaba desde el pasillo, el piso superior o el marco de cualquier puerta para verme llegar --tarde por cierto--. Yo atravesaba el patio de la escuela para llegar a mi aula y sentía su mirada como una sombra que no se despegaba de mí hasta que por fin cruzaba por la puerta.
Cuando no lo veía mirándome, de pronto, se aparecía ante mí y lo oía decirme al oído: "No necesito verte llegar, sé que has llegado porque percibo tu aroma desde donde esté". Bueeeno, esas palabras dichas por él, en esos momentos, hasta me parecían broma o juego. Yo le decía: “No te burles” o “¡¡te volviste loco!!!!”. Luego empezó a mandarme mensajitos lindos por el celular, todos los días, todas las noches y eso me hizo sentir especial, me sentí nuevamente adolescente y mi panza experimentó de nuevo mariposas.
Entonces el flirteo se volvió mutuo. Él me dijo que yo le atraía. No le quería creer pero era muuuy evidente. A menudo se le notaba la ansiedad cuando estábamos cercanos en espacio, pero tan lejanos en tiempo, pensaba yo. A mí me daba risa su alteración y caminaba, se paseaba, iba, regresaba y no se alejaba. Una de esas tantas veces sentí que una corriente eléctrica recorría mi cuerpo de pies a cabeza junto con un impulso loco de abrazarlo y besarlo que tuve que contener muy a mi pesar.
Llegó el día que me dijo querer ser más que mi amigo. “Jajaja”, me reí. Le contesté: “Busca una chica linda de tu edad, yo te llevo muuuuchos años”. Él me contestó que eso no importaba, que me invitaba a vivir el momento, a disfrutar la vida, que me admiraba, me quería y le encantaba, así: "!!ME ENCANTAS!!”. Yo me sentí muy confortada, mi ego hecho añicos hacía tres años se levantó y entonces recuperé mucho de mí, volví a ver mi esencia.
Quiero decirles que me resistí, muchas veces vencí el deseo y me negué, pero el día que él me dijo: "TE QUIERO COMER A BESOS, ME ENCANTAS" y me robó un beso entre tierno y apasionado en la boca, no pude más y correspondí.
Desde entonces vivo cada día, cada instante, pensando en él. No sé cuanto dure, no sé a donde me lleve. Sé que es una locura, yo no la busqué, pero llego a mí y lo adoro.
Eyn, no hay nada mejor que vivir el momento, vivir ahora y aquí. Porque mañana ¿quién sabe?
ResponderEliminarGracias por compartir tu historia, Eyn. Disfruta, que bien merecido te lo tienes.
ResponderEliminarEYN...LA VIDA NOS REGALA SIEMPRE NUEVOS APRENDIZAJES, VIVELO, DISFRUTAL. ES PADRÍSISMO SENTIR QUE CADA PARTE DE TU CUERPO EXUDA, RESPIRA, VIBRA,DESEA, AMA Y SE SIENTE CORRESPONDIDO.ES PADRÍSISMO SENTIRSE VIOOOOO...SÓLO AL TIEMPO Y LO QUE ÉSTE TE REGALE... GNO
ResponderEliminarDe verdad Eyn que se vive una sola vez. Me emociona tanto tu historia porque siento esa empatía.... El sentirse viva, el respirar el mismo aire que respira ese personaje que nos hace decir, escribir y sentir tantas cosas lindas. Que las miradas, los besos, las caricias y las palabras nos llenan los días y los momentos, que como bien me dice él: Estamos en la misma sintonía, no dejamos de sentirnos ni de pensarnos y descubrimos que el mundo es una esperanza. Felicidades Eyn.
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