Vistas de página en total

sábado, 18 de junio de 2011

LA POSIBILIDAD Capítulo XIII

Planchaba y lavaba



--O sea, no te llevó al río, no te tomó en sus brazos, ni siquiera te besó. ¡Qué onda! Ni una planchadita siquiera—Dijo, Luisa, indignada.
--¿Planchar? Bueno, él sí plancha—replicó Ella.
--Pues claro que sí plancha, pero no contigo—agregó Constanza.
--Me dijo que si quería, planchaba para mí…
No sabíamos si reír o llorar por la candidez de Ella. Optamos por lo primero.
Cuando nos calmamos, Diana quiso precisiones:
--A ver, exactamente cómo te dijo…

22:35 Ella: Hola,   ¿todavía trabajando?
 Él: Sí,  y en la oficina.
Ella: ¡No me digas! Yo voy llegando.
Él: Pero  acaso, eso es una bendición.
Ella: ¡Oh, no tanto!, con los quehaceres que no se acaban…:(
Él: Pero… ¿ no planchas?
 Ella: Eso sí que NONONONONONO. ¿Tú sí planchas?
 Él: ¡Y claro que sí!  Es bueno para la salud, particularmente el sistema circulatorio.
Ella: ¡Si, Chucho, cómo no! Eso dicen por vender.
 Él: ¡¡Pruébalo!!
Ella: Ni hablar, desde hace 25 años, no plancho, solo en defensa propia.
Él: Hay que abrir la mente a nuevas opciones…
Ella: ¿No has intentado la ropa wash and wear? Es maravillosa. ¿O la manta corrugada?
 Él: Sí, pero el lino y el algodón son telas deliciosas.
Ella: Te concedo la razón, y solo en esos casos, sí llego a planchar, pero solo mi ropa.
Él: Ahora que si tienes problema con eso, yo estaría dispuesto a planchar para ti.
Ella: MUCHAS GRACIAS, pero toda mi ropa está diseñada para no plancharse, y solo tengo dos o tres blusas y dos o tres vestidos que lo requieren.
 Él: Allá tú con el gasto de tintorería…
Ella: Tampoco tengo ropa de tintorería, solo mando mis sacos.
Él: Entiendo, ¡no quieres dejarte consentir!
Ella: Prefiero que me consientan de otra manera J
Él: ¿Estilo clásico? ¿A la Romeo y Julieta o cómo?
Ella: No soy exigente, un buen masaje o una buena charla obran milagros.
Él: Entonces, cuenta conmigo.
Ella: ¿Para cual de los dos? :)
Él: Los dos, creo es lo mejor. No hay razón para limitarse ¿o sí?
Ella: ¿Se puede todo? ¿Puedo pedir otra cosita?
 Él: ¿Helado, te?   quizás frutas...? No sé, tú di. La imaginación es el límite.
Ella: La paz mundial....  jajajajaajajaj   jajjajjaja
 Él: El chiste es que tú lo digas para que se haga…

--Si serás mensa, Él quería consentirte y no te dejaste—dijo Luisa entre carcajadas.
Continuará...

1 comentario:

  1. Una historia más que se comparte, leerla significa reir nuevamente.Gracias.

    ResponderEliminar

TOMA NOTA

Quienes aparecen en este blog son personajes de novela. Cualquier semejanza con la realidad es Mera Coincidencia. Si pasas por aquí, deja un comentario. Si te gustó, recomiéndanos. Si no te gustó, también recomiéndanos, no desaproveches la oportunidad de sorprender a alguien más. Gracias Nosotras